Una vez visto el exterior del mando queda la otra mitad: el circuito y el software.
Como expliqué en la primera parte, opté por basarme en el código de un mando muy parecido al mio. Lo primero que hice fue descargármelo e intentar compilarlo. La compilación fallaba debido a que la librería que se encarga del funcionamiento como dispositivo USB tenía fragmentos de código obsoletos que había que actualizar.